¿Cómo
puede este ámbito favorecer una estrategia corporativa de desarrollo
organizacional y de capital humano?
Primero debemos definir ¿qué es el
liderazgo? La RAE lo define como:
“1. m. Condición de líder.
2. m. Ejercicio de las actividades del líder.
3. m. Situación de superioridad en que se halla una
institución u organización, un producto o un sector económico, dentro de su
ámbito.”
Aunque esta definición no comprende todos
los aspectos que abarca el liderazgo, para Robbins (1996) el liderazgo “es la habilidad para influir en un grupo y
lograr la realización de metas” (p.413)
Orientar
a la institución hacia el cliente.
El cliente es la razón por la que existe la
organización, sin un cliente que pueda adquirir nuestros servicios o productos
no tendría razón de ser la institución, por ello es necesario buscar satisfacer
sus necesidades, entender lo que desean y ofrecer productos y servicios de
calidad; sobre todo el servicio; ya que éste será uno de los factores
detonantes al momento de que realice su elección, podemos ver la importancia de
esto desde nuestra perspectiva; a nosotros nos gusta que nos den un producto o
servicio de calidad e inclusive estamos dispuestos a pagar más por ello.
Así que hay que enfocar los esfuerzos a
escuchar y atender las necesidades de nuestros clientes, para poder enfocar los
esfuerzos de la organización hacía la satisfacción de dichas necesidades y
generar fidelidad hacía nuestro producto o servicio.
Pensamiento
sistémico.
La organización en si debe ser considerada
como un sistema abierto, con entradas, procesos y salidas; y este sistema es
afectado por el medio ambiente interno y externo de la organización.
Desarrollar
y facultar al personal integrando equipos de alto desempeño.
La creación de equipos efectivos de una
forma en red multifuncional, ayuda a reducir la burocracia en la organización y
eficientar los procesos. El trabajo en equipo coadyuva al desarrollo de los
objetivos en conjunto generando un sentido de pertenencia en los colaboradores.
Administración
por procesos.
Va ligado al pensamiento sistémico, ayuda a
definir donde inicia y termina un proceso, determinando sus precedentes y los
outputs, se definen de mejor forma las actividades dependientes y en caso de
que se atrasen los procesos en un área se puede determinar el origen de dicho
retraso.
Mejora
continua con base en el aprendizaje.
La capacitación y el aprendizaje se reflejan
en un personal que puede desarrollar mejor su trabajo y sus habilidades, esto
se reflejara en un trabajo de mejor calidad.
Administrar
el cambio planeado.
El cambio planeado es la principal propiedad
del desarrollo organizacional, adaptarse al entorno y las necesidades internas
de la empresa de una forma ordenada y planeada ayuda a que la organización se
encuentre preparada para adaptarse a las nuevas formas de trabajo y aprovechar
al máximo los avances en la tecnología.
Dar
significado, propósito y dirección a la institución.
Establecer lo que se debe de hacer y cómo se
debe de hacer, establecer las actividades de los colaboradores y relacionarlas
directamente con los resultados de la organización ayuda a generar un sentido
de pertenencia y satisfacción de sentir que el trabajo es de utilidad; además
es imperante establecer hacia dónde se dirige la organización para poder
establecer las acciones necesarias para llegar a dicho fin y detectar las
deficiencias que impidan llegar a los objetivos.
Ejemplo
/ congruencia comportamiento ético.
Reza el dicho “hay que predicar con el
ejemplo” debe de existir congruencia entre el deber ser y el actuar del líder,
uno no puede exigir compromiso hacia la organización si el comportamiento
propio no lo refleja.
Saludos.
Raúl Padilla Galván
Referencias:
Guízar Montúfar, R. (2008). Desarrollo
Organizacional, Principios y Aplicaciones. México: McGraw-Hill.
RAE, (2016). Diccionario de la Lengua Española. RAE.
Obtenido 03, 2016, de http://dle.rae.es/?id=NH60fdB
Robbins, S. (1996) Administración. México
D.F.: Pretince Hall.
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